El hombre moderno cree que está regido por la razón cuando en realidad quien habitualmente maneja los mandos es su cerebro reptil.
El hecho de que el cerebro reptil se ocupe de buena parte de nuestras decisiones es muy importante en relación a los cambios. Tenemos una sola mente pero 3 cerebros:
FUNCIONAL (Neo-córtex) | EMOCIONAL (Límbico) | INSTINTIVO (Primario o reptiliano) |
Pensar, razonar | Sentir, tener miedo, recordar | Sobrevivir |

Cerebro reptil
Del cerebro reptil lo primero que vamos a decir es que se encarga de mantenernos vivos (que no es poco) y lo segundo es que es un vago de remate. A él sólo le preocupa tu supervivencia y para ello hará todo lo posible para que consumas la menor cantidad de energía posible.
El cerebro reptil odia los cambios porque cada cambio implica un hurto de su energía. Por esto te pondrá trabas y trabas para hacer que te cueste salir de tu zona de confort.

Rebelarse contra el imperio del reptil implica contar con un afianzado sistema de valores, coraje para superar los miedos que produce el cambio y una dosis importante de fuerza de voluntad para dejar atrás rutinas y zonas de confort.
¿Por qué te crees que nos gusta tanto la televisión? El cerebro reptiliano la adora porque prácticamente no consume energía.
Si tuviéramos que hacer una comparativa, podríamos ejemplificarlo de la siguiente manera:
- Ver la tele consume 1kw de electricidad.
- Hacer un curso/estudiar equivaldría a 3kw. Si la materia es complicada e implica cálculos, razonamientos, etc., puedes llegar a 5kw.
- Pelear es lo peor para el cerebro porque gasta 10kw. Así que fuera peleas.

Viendo la tele entramos en una especie de estado aletargado rozando las onda alfa; un estado ideal que reduce en pocos minutos el estrés. Con la tele, el cerebro se pone en modo automático y no piensas (salvo en programas puntuales como documentales o informativos). Estar tumbado en un sofá delante de la pantalla que lo hace todo por ti, es un placer para tu cerebro reptil porque no consumes prácticamente energía.
¿Qué es importante para el cerebro reptil?
El cerebro reptiliano te dirá que lo único importante es alimentarte y reproducirte. Estos son tus roles biológicos primarios, lo demás es accesorio.
Quizás te preguntes cómo mide la neurociencia el gasto energético. Pues bien, lo hace midiendo el consumo de glucosa y oxígeno.

Fíjate ahora en los porcentajes de consumos energéticos.
- El cerebro gasta el 22-34% de la electricidad del cuerpo.
- El otro 30-40% lo gasta el sistema digestivo
- El resto, lo usa el cuerpo para otras funciones vitales.

Por esto está comprobado que cuando no nos alimentamos bien el cerebro no piensa bien. Por eso hacer ejercicios de respiración (lo que los yoguis llaman “pranayamas”) es tan saludable para la mente como también hacer un reseteo diario con la meditación. La meditación supone darle al OFF y permite que la mente descanse.
¿No sabes dónde encontrar una meditación? Te comparto una de las que tengo en mi canal de Youtube: Meditación para eliminar el estrés
Los cambios
Pero volvamos al nudo gordiano: ¿por qué no podemos cambiar? Cuando decides estudiar o acometer un cambio de estilo de vida, tu cerebro reptil se rebela y te lo pone difícil porque por nada del mundo quiere que consumas energía en algo que no es vital para sus objetivos de supervivencia y reproducción.

Por eso cada vez que haces un curso de desarrollo personal o de motivación y sales hinchado de energía para dejar atrás tus inercias…. Pluff, esa energía se deshincha a los pocos días como un soufflé quedando el cambio reducido a buenas intenciones.
Todo esto porque seguimos dejando al mando a nuestro cerebro reptil.
El cerebro reptiliano siempre te dirá: «Comete un Donut, sigue tumbado, descansa y disfruta del relax…»
Pero, ¿cuáles son las consecuencias dejándote arrastrar por el reptil? Tú y yo lo sabemos bien.
La persona consciente y que apuesta por su desarrollo hace un esfuerzo por someter al reptil. La persona consciente es capaz de decir: «amigo reptil, hoy no hay caza ni sexo, hoy toca estudiar y no es negociable».

En resumen:
- Tu cerebro primario no quiere que cambies porque no quiere agotarse. Prefiere que sobrevivas en lugar de que crezcas.
- Tú no estás al mando, lo está tu cerebro primario salvo que estés atento y presente.
Y aquí te dejo esta reflexión: ¿vas a seguir permitiendo que tu cerebro reptil comande tu vida o te sumas al desafío de apostar por tu desarrollo personal y una mejor versión de ti mismo?
Si quieres tips y consejos sobre cómo incrementar tu energía para poder salir de la zona de confort y acometer cambios, haz click aquí.
NOTA DE AUTOR:
Estos textos están inspirados en reflexiones personales y en las conferencias impartidas por el experto en Neuro-Marketing: Jürgen Klaric