Queramos o no, ¡en algún momento mudamos la piel!

Por Alejandro Martinez Notte

Algunos cambiamos de forma voluntaria. Otros, se apegan a sus inercias y son obligados a mutar a través del dolor. Irremediablemente hay que asumir que el cambio forma parte de nuestra existencia.

Hoy quisiera hablarte de mi proceso de cambio personal. Un camino que comenzó con la pandemia.

Fue algo repentino, ni por un instante premeditado. De la noche a la mañana se pararon los aviones, se cerraron las fronteras mientras mi vida de nómada se escapaba como agua entre mis dedos.

El comienzo del cambio

Recuerdo aquel momento muy bien. Recuerdo que me enfurecí. Hasta grité de rabia porque habían robado mi identidad. Sentía que me habían quitado todo. Así fue que el cambio comenzó con las preguntas y las dudas, aunque también un poco de miedo a lo que se venía.

¿Quién sería yo a partir de ahora? ¿Aparcaría mis viajes o me saltaría el confinamiento como habían hecho muchos Bloggers? ¿Qué opciones tenía ante esta extraordinaria situación?

Mi yo más rebelde se negaba a renunciar a viajar mientras que mi yo más solidario consideraba un agravio saltarse las normas.

Me costó entender cómo había llegado ahí, a considerar ambas opciones. Pero claro, solo de mí dependía resolver esta cuestión tan angustiante por momentos.

Si en algún momento te sientes decaído o piensas que no puedes con el proceso de cambio, te invito a leer este artículo en el que te hablo de mi experiencia con esos momentos más complicados.
¡¡EUREKA‼️

Algo en mí me empujó a permutar el viaje exterior por un viaje hasta el fondo de mi Ser.

¡Era el llamado! Ese que había leído tantas veces en las epopeyas de héroes, ahora sonaba en mi interior.

Y, ¿sabes qué? Me aterrorizaba, pues intuía que en ese viaje no contaría con mapa ni brújula. Ya me veía venir que no sería como aquellos viajes en los que armaba mi valija y mi mochila con los elementos que sabía que necesitaría durante la travesía.

No me subiría a un avión. No iba a respirar el aire húmedo de alguna selva tropical. No escucharía conversaciones ajenas en el asiento de algún bus. No me reprocharía por haberme olvidado alguna prenda.

Te confieso que me he perdido varias veces y otras tantas me he encontrado. Y, como dije antes, esto sin mapa ni brújula.

No ha sido sencillo, pero sí muy valioso haberme permitido comenzar el camino del cambio.

Hábitos incorporados

Durante este proceso he aprendido muchas cosas. He aprendido de la vida, pero principalmente he aprendido de mí mismo. Y si bien podría hacer una larga lista con todo lo que llevo en mi mochila de vida, quiero compartirte los hábitos más importantes que incorporé durante ese tiempo.

✅ Sumar el deporte a mi día a día.

✅ Nutrirme con comida real.

✅ Levantarme cada mañana y dar gracias por el regalo del sol o la lluvia.

✅ Meditar, respirar, aceptar el valor de la acción en la inacción.

✅ Elegirme Presidente de la República Martínez Notte decidiendo mis objetivos, aterrizando mis sueños.

Algunos cambios en mi rutina parecen más fáciles que otros, sin embargo, todos ellos tienen la misma importancia en mi proceso de autodescubrimiento y sanación. Es que si me faltara alguno, realmente no habría podido llegar a donde estoy hoy.

Te los comparto porque, tal vez, alguno de ellos te haga sentido y puedas empezar a practicarlo en tu rutina diaria. Anímate a experimentar, a probar, a descubrir qué es lo que te hace bien a ti, qué es lo que te ayuda a cambiar.

Si quieres comenzar a meditar, te comparto este video con una meditación cortita.
¿Los resultados?

Internamente no los puedes ver, tendrás que confiar en mi palabra.

Externamente sí te darás cuenta que he perdido 27 kg (y los que me quedan), entre otras cosas que vengo compartiendo día a día.

¡Como es adentro es afuera, dice la Ley del Kibalyon! Doy fe que es así.

Nunca he sido presumido pero si algo he aprendido estos meses es que quererse implica gustarse de forma integral. Ya no me podía engañar más con eso de: «Soy un gordito feliz».

Y así, de a poco y respetando mis tiempos, fui abrazando los cambios.

Trabajemos juntos